METODOLOGÍA

PLANIFICACIÓN DE UNA TEMPORADA EN UN EQUIPO DE FÚTBOL

Planificar es uno de los aspectos fundamentales dentro del Entrenamiento Deportivo. Planificar significa dar respuesta con antelación a situaciones futuras, lo que nos ayudará a organizar correctamente el entrenamiento. A lo largo de este artículo veremos paso a paso y de manera muy resumida las diferentes fases que debemos seguir en nuestra planificación. Estas son:

  1. Clarificar el Objetivo Institucional para el equipo
  2. Realizar un análisis previo de la situación y valorar las posibilidades de éxito
  3. Diseñar el Modelo de Juego
  4. Seleccionar los contenidos físicos y tácticos
  5. Revisión de las etapas anteriores
  6. Desarrollar un plan de establecimiento de metas
  7. Periodizar los contenidos de entrenamiento
  8. Distribuir la carga de entrenamiento
  9. Diseñar tareas y sesiones de entrenamiento

La primera gran pregunta que debemos responder cuando comenzamos a planificar es “cuál es el Objetivo Institucional de nuestro equipo”, es decir, qué es lo que nuestro club o entidad espera que nuestro equipo logre. Este objetivo variará mucho dependiendo de la entidad y de la edad de los jugadores. Una vez clarificado el objetivo institucional realizaremos un análisis previo de los recursos de que disponemos para intentar comprobar si es posible alcanzar el objetivo perseguido por nuestra entidad o si por el contrario es demasiado difícil y debemos reformularlo. En esta segunda fase debemos analizar los siguientes aspectos:

  • Cuántas personas forman el staff técnico y por qué se caracterizan.
  • Qué características tienen nuestros jugadores.
  • De qué instalaciones disponemos para entrenar.
  • De qué material disponemos para entrenar.
  • De cuantas sesiones de entrenamiento a la semana disponemos.
  • De cuánto tiempo disponemos en cada sesión de entrenamiento.

Una vez realizado el análisis previo y confirmado que el Objetivo Institucional es alcanzable pasaríamos a dar respuesta a las principales cuestiones de la planificación: Qué contenidos vamos a entrenar, cuándo lo vamos a hacer, qué tiempo vamos a dedicar a cada contenido, y cómo vamos a entrenar cada contenido. Para dar respuesta a la primera cuestión, qué contenidos vamos a entrenar, debemos seleccionar los aspectos que más nos interesen de los siguientes apartados:

  • Contenidos motrices: La selección que realicemos dependerá del sexo, pero sobre todo de la edad de los jugadores. Debiendo tener en cuenta las fases sensibles del desarrollo motor humano. Dentro de este apartado los contenidos se dividen en dos grandes grupos:
    • Capacidades Físicas (condicionales y coordinativas)
    • Habilidades Motrices (básicas y específicas)
  • Contenidos tácticos: Están relacionados con las capacidades cognitivas del jugador para percibir, interpretar y tomar decisiones en las diferentes situaciones de juego, tanto en ataque como en defensa. Para reducir al máximo la incertidumbre del jugador y ayudarle a realizar una buena toma de decisiones el entrenador debe diseñar lo que llamamos “Modelo de Juego”, un documento escrito que recoja todo lo que deben realizar los jugadores en las diferentes fases del juego.

Una vez finalizada la selección de los contenidos, y antes de seguir adelante con nuestra planificación, debemos realizar una pausa para reflexionar y comprobar varios aspectos:

  • En primer lugar, debemos comprobar que nuestros jugadores tienen las características necesarias para desarrollar a cabo el Modelo de Juego que hemos diseñado.
  • En segundo lugar, debemos comprobar que los contenidos motrices que hemos seleccionado son los adecuados para nuestro Modelo de Juego.
  • En último lugar, si las dos premisas anteriores se cumplen, debemos reflejar por escrito una serie de objetivos intermedios que nos ayuden a conseguir nuestro objetivo final, es lo que llamamos “Plan de Establecimiento de Metas”.

Una vez evaluada la primera parte de nuestra planificación pasaremos a dar respuesta al cuándo, cuánto y cómo. Es decir, en que momento vamos a trabajar cada contenido, cuanto tiempo y con que intensidad lo vamos a hacer y de qué manera vamos a transmitir la información a los futbolistas. Para responder al cuándo realizaremos lo que llamamos periodización, un documento escrito en el que recogeremos cuándo vamos a trabajar cada contenido a lo largo de la temporada, este documento tendrá en cuenta los siguientes aspectos:

  • El calendario escolar: En el caso de futbolistas en edad escolar debemos tener en cuenta los periodos de descanso y vacaciones, así como los periodos de exámenes.
  • El calendario de competiciones: Recogeremos los periodos de descanso y vacaciones, los partidos de competición, las semanas especiales con dos o más partidos, indicaremos la importancia de los partidos en base a nuestras aspiraciones, etc.
  • Los contenidos físicos se planificarán antes que los contenidos tácticos.
  • Los contenidos tácticos se organizarán en función del tipo de tareas que los contenidos físicos nos permitan realizar.
  • Los contenidos físicos se organizarán de manera que el trabajo de un contenido favorezca al trabajo de un contenido posterior, lo que llamamos trasferencia positiva.
  • La distribución de contenidos físicos y tácticos debe permitir llegar al inicio de la competición “preparados”, es lo que llamamos el Modelo Competitivo Mínimo.

El siguiente paso sería dar respuesta al cuánto, es decir planificar qué tiempo vamos a dedicar a entrenar cada contenido y con cuánta intensidad lo vamos a hacer en los diferentes momentos de la temporada. Es lo que denominamos distribución de la carga de entrenamiento. Algunos aspectos a tener en cuenta para realizar una correcta distribución de la carga son:

  • Que debe seguir los principios del entrenamiento.
  • Que se debe planificar desde una visión anual y poco a poco ir concretándose en periodos más pequeños (macrociclos, mesociclos y microciclos).
  • Que debe seguir la Ley de Schultz-Arnorld o ley del Umbral, es decir favorecer la aparición de periodos de fatiga aguda que estimulen la movilización de recursos internos del organismo para generar procesos de adaptación.
  • Que debe seguir la Ley del Síndrome General de Adaptación o Ley de Seile, es decir debe permitir periodos de recuperación suficientes tras periodos de fatiga que faciliten la supercompensación y por lo tanto la mejora del rendimiento.
  • Que debe diferenciar entre el impacto que un entrenamiento tiene a nivel muscular y a nivel metabólico, ya que los periodos de recuperación y los contenidos de entrenamiento posteriores serán distintos.
  • Que debemos diferenciar entre la carga física y la carga psicológica de los contenidos de entrenamiento. Así han aparecido diferentes propuestas como la “Periodización Táctica”
  • Que es importante utilizar un método sencillo, como las escalas de valoración subjetivas, que nos ayuden a realizar esta distribución de la carga.

Llegados a este punto, el último paso sería diseñar las tareas de entrenamiento que vamos a utilizar en nuestra sesión para trabajar cada contenido programado y alcanzar los objetivos planteados. El cómo lo hagamos es lo que entendemos como estrategia metodológica. En este sentido son varios los aspectos que debemos tener en cuenta:

  • El tipo de contenido que vamos a trabajar
  • El objetivo que perseguimos con ese contenido
  • El momento de la temporada en el que lo trabajemos
  • La edad de los jugadores

Así pues, tal y como hemos visto, son muchos los aspectos que debemos concretar antes de poder diseñar una sesión y comenzar a entrenar. La ausencia de una correcta planificación nos llevará a entrenar sin un rumbo claro y a cometer errores que a la larga disminuirán nuestras posibilidades de éxito, mientras que una correcta planificación nos permitirá sacar el máximo rendimiento de nuestros jugadores y nos acercará más a nuestro objetivo.